La tecnología ha mejorado nuestras vidas a nivel de comunicación y acceso a la información, pero también ha aportado mejoras a otras disciplinas, como la odontología, que quizás no son tan conocidas. Las nuevas técnicas permiten diagnosticar y ejecutar con una precisión, comodidad y rapidez difíciles de imaginar años atrás. Quedan atrás el dolor y los inconvenientes de los procedimientos largos y complejos.
¿Qué avances tecnológicos nos han permitido conseguirlo?
Software 3D aplicado a las intervenciones quirúrgicas
La informatización de los sistemas ha sido el elemento más determinante para mejorar los procesos. En concreto, la irrupción del software 3D ha optimizado tres pasos fundamentales:
- Diagnóstico: el escáner genera imágenes tridimensionales de la boca del paciente. Aporta información personalizada de su estructura y detalles determinados de cada caso. Así, el diagnóstico es mucho más exacto.
- Planificación: la reconstrucción 3D determina qué prótesis se utilizarán y cómo se colocarán exactamente. El grado de inclinación, la distancia con el hueso o la posición idónea se establecen en una recreación virtual. También indica la dimensión, tipo y tamaño específicos de la férula quirúrgica que se colocará.
- Cirugía: dada la precisión de la información generada, la intervención es mucho más segura y efectiva, minimizando o incluso evitando las incisiones en la encía. Así, se acorta el tiempo de la intervención y se agiliza la recuperación.
En resumen, el software 3D ha aportado más seguridad, eficacia y rapidez a las intervenciones de implantología.
Radiografía Panorámica Digital
Los avances tecnológicos también han dado paso al uso regular de rayos X en odontología para examinar. Hoy en día, existe una disminución notable de la irradiación y una mejora significativa de la calidad de la imagen. De esta manera el especialista puede analizar después de una sola toma dientes, mandíbulas y estructuras y tejidos circundantes.
La digitalización no solo ahorra la necesidad de imprimir una copia, sino que permite almacenarlas electrónicamente, ajustar la luz o brillo y poder compararlas si se considera oportuno.
Quistes, tumores, dientes impactados o una enfermedad periodontal pueden ser objeto de estudio mediante esta tecnología.
El futuro: Nano-odontología
Si ya todo ha cambiado a gran velocidad, el ritmo del desarrollo tecnológico permite plantear nuevos escenarios en un tiempo relativamente corto. No parece ya tan descabellado pensar en impresoras 3D y fresadoras en las propias clínicas. Pero aún hay más.
La gran revolución puede llegar de la mano de la nanotecnología, y más concretamente de la nano-odontología. Los avances científicos relacionados con el estudio de microorganismos y nanoestructuras aplicados al sistema dental abren un nuevo panorama en cuanto a instrumentos y técnicas para mejorar, aún más, nuestra salud bucal. Tiempo al tiempo.