Cuando un paciente sufre la pérdida de uno o varios dientes enseguida se resiente su día a día: le cuesta más masticar, puede tener dificultad para hablar porque no vocaliza bien, e incluso sonríe y ríe menos porque le da vergüenza, lo que afecta a su autoestima y su confianza.
Pero afortunadamente hoy en día existen diferentes técnicas para reemplazar los dientes perdidos, como por ejemplo las prótesis de quitar y poner, los puentes fijos y los implantes dentales.
A menudo nos llegan consultas sobre cuál es la mejor opción. La respuesta para nosotros está clara: no deberíamos decidirnos por un criterio económico, es decir, no recomendamos escoger la opción que pensemos que será más barata a corto plazo. La decisión tiene que estar basada en criterios médicos y clínicos, en lo que necesita cada paciente según su caso y sus condiciones de salud bucodental y salud en general.
Aun así, hay algunas consideraciones que hacen que cada vez en más casos se opte por un implante dental en vez de una prótesis. En este post os explicaremos qué son una prótesis y un implante, y cuáles son las principales diferencias entre estas dos técnicas.
¿Qué es una prótesis dental removible?
Es una estructura protésica de acrílico con una base extensa de asentamiento (paladar) y una serie de ganchos metálicos que servirán para sujetarla a los dientes adyacentes. Como su nombre indica, es de quitar y poner. Con el paso del tiempo, entre cinco y siete años, se desajusta tanto a nivel de la encía como de los ganchos que retienen la prótesis. Su gran inconveniente al masticar es que puede moverse y balancearse, así como también pueden penetrar alimentos por debajo del paladar. Hoy en día solo aconsejamos esta prótesis si hay limitaciones de salud que contraindiquen los implantes, o si la limitación es económica.
¿Qué es una prótesis dental fija?
Una prótesis fija es una restauración protésica que consiste en sustituir los dientes perdidos mediante una estructura protésica que se sujeta a los dientes adyacentes. Estos dientes se rebajan para dejar espacio a la estructura, y la prótesis se cementa para fijarla. Es un tipo de diseño que lleva utilizándose casi un siglo, y su confort al masticar es excelente. El inconveniente principal es que hay que sacrificar dientes sanos para fijar los dientes ausentes. Actualmente no se recomienda si existe la posibilidad de colocar implantes dentales.
¿Qué es un implante dental?
Es un tornillo de titanio que se coloca en el hueso del maxilar o mandíbula y hace la función de raíz artificial. Sobre esta raíz se pone una funda que imita en color y forma a los dientes naturales de la persona. Se puede realizar en un solo diente o en varios, incluso en un maxilar completo o toda la boca. La sensación al masticar es la más similar a los dientes naturales, superando el confort a la prótesis removible, y en ocasiones al puente fijo.
Diferencias entre una prótesis y un implante dental
- Materiales. Las prótesis suelen estar hechas de materiales acrílicos, resina y cerámica, para que sean ligeras y afecten lo mínimo posible a los dientes naturales a los que se sujetan. Los implantes suelen estar hechos de titanio, un material altamente biocompatible, resistente al ataque químico y ligero. Además, al cabo de unos meses el titanio permite que el hueso crezca a su alrededor, lo que se denomina osteointegración. El material de la prótesis sobre los implantes puede ser circonio, titanio, paladio-oro y cromo-cobalto.
- Estética. A nivel estético, tanto una prótesis fija como un implante responden muy bien a los requerimientos estéticos del paciente, aunque los avances en las técnicas y materiales de implantología consiguen que los últimos se parezcan y se sientan más como los dientes naturales.
- Funcionalidad. A nivel funcional, los implantes responden mucho mejor que las prótesis, ya que no se mueven ni corren el riesgo de desprenderse, son más firmes y seguros. Además, con la implantología de carga inmediata, el paciente puede comer, beber y hacer vida normal en un solo día.
- Adaptación. Por norma general, los pacientes de prótesis dental requieren un mayor tiempo de adaptación que los de implantología. Los implantes se sienten y funcionan como dientes naturales, mientras que las prótesis son un cuerpo extraño al que hay que acostumbrarse. Aunque cada caso es diferente, ya que dependerá en gran medida de las condiciones anatómicas del hueso y de la capacidad de la persona para adaptarse al cambio.
- Independencia. Los implantes se colocan directamente sobre el hueso, con lo que no dependen de los dientes adyacentes, ni los sobrecargan o afectan de ninguna forma. En cambio, las prótesis se sujetan a los dientes adyacentes, por lo que se limita la cantidad de dientes que se pueden reemplazar por una parte, y necesitan dientes sanos y en perfecto estado por la otra.
- Duración. Ambas intervenciones requieren unos cuidados y mantenimiento posteriores adecuados, como una correcta higiene dental y revisiones periódicas. En las mejores condiciones, una prótesis dura entre ocho y doce años, mientras que los implantes pueden durar toda la vida, si se cuidan correctamente.
Así, no es extraño que en la mayoría de casos se recomiende el implante dental en vez de la prótesis o el puente. En el caso de los implantes de carga inmediata, no solo obtenemos un resultado más inmediato y natural, sino que la intervención en si es más rápida y menos invasiva para el paciente, y la recuperación se produce en solo 24 h.