En ocasiones, una caries, o un diente o encía dañados, pueden provocar una infección bacteriana. Esta infección, si no se trata a tiempo, desemboca en un absceso que debe drenarse para evitar complicaciones mayores. En Ahoa tratamos el problema de raíz, no solo la infección y sus consecuencias. Buscamos el origen que lo causa para evitar complicaciones futuras.