A menudo nos preguntan por la relación entre determinados estilos de alimentación o dietas, como la paleodieta, y la salud bucodental. Lógicamente, siempre hay una relación entre los alimentos que ingerimos y la salud de nuestra boca, aunque no es el único factor que influye.
Una dieta que se ha popularizado en los últimos años es la paleodieta o dieta paleolítica, aunque estrictamente hablando no es una dieta, ya que no se pesan cantidades de alimentos, sino un patrón de alimentación.
Así, ¿En qué consiste exactamente la paleodieta y cómo influye en nuestra salud bucodental?
¿Qué es la paleodieta?
De forma muy simplificada, consiste en adaptar nuestros hábitos alimentarios a los que seguían nuestros antepasados hace miles de años. Se trata de comer más alimentos naturales y reducir o eliminar los alimentos procesados.
Concretamente, la paleodieta habla de eliminar cereales, legumbres, lácteos, azúcar refinado y alimentos procesados. Por otra parte, se incrementa el consumo de frutas, vegetales, hortalizas, proteína animal, huevos, frutos secos, raíces, aceites de origen no vegetal y semillas.
Sin embargo, hay que aplicar esta dieta de forma adaptada y racional, ya que no todas las personas tienen las mismas necesidades alimentarias, ni realizan la misma cantidad de actividad física o tienen el mismo estado de salud general.
Además, hay algunos alimentos que se descartan cuando en realidad tienen un valioso aporte nutricional, como las legumbres. Recordemos que nuestros antepasados recolectores-cazadores comían lo que tenían a su alcance, no podían elegir.
También hay que tener en cuenta que la paleodieta variaba según la región y los alimentos disponibles en esa zona.
La SEEN (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición) no aconseja ninguna dieta desequilibrada ni aquellas que restrinjan grupos de alimentos o nutrientes que son necesarios para mantener la salud.
¿Cómo influye la paleodieta en la salud bucodental y la salud general?
Se ha relacionado la mala alimentación actual con muchos de los problemas de salud actuales, como el sobrepeso, las intolerancias alimentarias o enfermedades cardiovasculares, por poner algunos ejemplos.
Es innegable que lo que comemos influye en nuestra salud, pero no debemos olvidar otros factores, como el sedentarismo o el estrés crónico, que tampoco nos benefician.
Pero sí que hay principios de la dieta paleolítica que benefician a nuestra salud dental:
- Reducir o eliminar el consumo de azúcares refinados. El azúcar es uno de los alimentos que provocan más caries, entre otros problemas.
- Reducir o eliminar los carbohidratos. En nuestra boca los hidratos de carbono se transforman en azúcares simples, lo que provoca problemas de salud bucodental.
- Beber más agua. Además de los claros beneficios para la salud general, evitamos las bebidas carbonatadas, azucaradas o con pigmentos que pueden alterar el color de nuestros dientes, como el vino o el té.
- Comer alimentos con más aporte nutricional y vitamínico nos ayuda a tener mejores defensas, lo que mejora la protección de nuestra boca contra bacterias.
¿Qué recomendamos desde Ahoa?
Nuestra recomendación es que, si se quiere seguir una paleodieta, consultemos a un profesional (médico o nutricionista), que nos ayude a adaptarla a nuestro estado de salud y estilo de vida. De forma muy general, podemos sugerir:
- Reducir el consumo de alimentos procesados y azúcares refinados.
- Comer más fruta y verdura (más aporte de fibra). Escoger siempre que podamos alimentos de temporada.
- Comer carne y pescado de calidad, y frescos.
- Incorporar frutos secos a nuestra dieta de forma regular.
No aconsejamos eliminar completamente los cereales, ya que algunos como el arroz integral son también beneficiosos para la salud. Y siempre, por supuesto, pedir consejo a un profesional y seguir los consejos de cualquier dieta con criterio y lógica.