La sonrisa es lo primero que percibimos en una persona. Si nos sonríen, es muy probable que nosotros también lo hagamos. De hecho, según un estudio, la mitad de las personas le devolverían la sonrisa a un extraño. ¿Qué tiene una sonrisa que provoca un efecto tan potente en nuestra salud y nuestro estado anímico?
Sonreír mejora nuestra salud física y mental
Una sonrisa tiene efectos positivos tanto para nosotros como para nuestro entorno, en el sentido de que mejora nuestras relaciones sociales y personales.
Si nos centramos en los efectos que tiene una sonrisa en nuestro estado físico y mental, diversos estudios muestran que sonreír activa la liberación de neuropéptidos que combaten el estrés. También liberamos dopamina, endorfinas y serotonina, lo que relaja nuestro cuerpo, y reduce el ritmo cardíaco y la tensión arterial. Las endorfinas contribuyen a calmar el dolor y la serotonina actúa como antidepresivo que nos hace estar de mejor humor. Solo tenemos que conectarnos con un recuerdo de aquel momento en el que hemos reído y disfrutado sin parar: ¿A que nos sentimos reconfortados simplemente al recordarlo?
Respecto a nuestras relaciones sociales, también se ha demostrado que cuando sonríes los demás te tratan de forma diferente, ya que te perciben como más atractivo o atractiva, relajado y de confianza. Los investigadores del Face Research Laboratory de Aberdeen (Escocia) descubrieron que tanto hombres como mujeres se ven más atraídos por imágenes de personas que establecen contacto visual y sonríen.
¿Qué pasa cuando nos falta la sonrisa?
Hay muchas personas que son reticentes a sonreír. Y no porque no tengan ganas o no se sientan felices. Hay determinados problemas de salud bucodental que provocan «defectos» en el aspecto de la sonrisa, y que hacen que la persona se avergüence de sonreír o reír abiertamente.
La mayoría de pacientes que nos transmiten esta falta de ganas de sonreír presentan alguno de los siguientes problemas:
- Dientes amarillentos o con manchas, a causa del paso del tiempo, el contacto con determinados alimentos y bebidas como el café o el vino tinto, por el tabaco o por determinados medicamentos.
- Falta de uno o varios dientes, ya sea por traumatismo o por un problema de caries o de periodontitis.
- Malposición de los dientes, por un mal hábito, un traumatismo durante la etapa de crecimiento o falta de espacio.
- Halitosis, o mal aliento, generalmente provocado por la presencia de bacterias en la boca con compuestos volátiles derivados del azufre, como el sulfuro de hidrógeno.
Estos problemas pueden hacer que nos cueste sonreír, que sonriamos cubriéndonos la boca con la mano o que nos sintamos inseguros con nuestro aspecto. Todo ello acaba afectando a nuestra autoestima y nuestra capacidad de relacionarnos con los demás. Porque una sonrisa bonita es una sonrisa sana.
¿Cómo podemos solucionarlo?
Lo primero que recomendamos es una visita al dentista para diagnosticar y tratar de raíz los posibles problemas bucodentales. En función de la causa, se puede optar por tratamientos de ortodoncia, implantología dental, blanqueamiento, carillas de cerámica o carillas directas de composite.
Una vez realicemos un estudio digital de la sonrisa y una evaluación de la salud bucodental, nuestro equipo de especialistas de la Unidad Estética te orientará sobre el tratamiento más adecuado para ti.
A partir de aquí, y tanto para prevenir como para mantener la salud bucodental después de un tratamiento, te recomendamos que sigas una cuidadosa rutina de higiene dental, que incluya cepillado, hilo dental, y colutorio si te lo recomienda tu dentista. Puedes seguir estos consejos para mejorar tus hábitos de higiene bucodental.